sábado, 21 de marzo de 2009

Don Jorge

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La historia contemporànea de Amèrica es una de mis pasiones. Y he podido darme cuenta de algunas cosas.

En los años 50-60, mientras todo el continente entronizaba el populismo y el maridaje con las Fuerzas Armadas como sustento de poder, habìa un paìs que se distanciaba: Chile.

El presidente del paìs era Jorge Alessandri Rodrìguez, quien concibiò un proyecto distinto: La Gerencia de Chile.

En palabras simples, para sacar adelante al paìs hacìa falta manejar al paìs al estilo de una empresa privada, ubicando al frente de cada àrea (Obras Pùblicas, Educaciòn, Economìa...) a las personas màs calificadas y conocedoras del tema.

Asì, desde hace 50 años, Chile empezò a encaminarse a ser lo que es ahora.

Me interesò el personaje. Acà, en la Plaza de la Constituciòn (al frente del Palacio de la Moneda), estàn los monumentos a los tres presidentes màs representativos de cada tendencia: Eduardo Frei Montalva (Democracia Cristiana), Salvador Allende (Izquierda) y, claro, Jorge Alessandri (Derecha).

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En el pedestal al monumento a Alessandri, està esta frase que me hizo pensar. Fue dicha antes que algunitos nacieran, pero es mas que nunca aplicable en el Ecuador.

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En esta otra, él mismo se refiere a su vida personal. Alessandri muriò a los 90 años, soltero y viviò solitario toda su vida en el mismo departamento, al pie de la Plaza Principal de Santiago. Sus enemigos, para denostarlo, se referìan a él como "La Señora".

Luego de ser presidente, se postulò otra vez en 1970. Perdiò por poco margen ante Allende. En el gobierno del General Pinochet, fue presidente del Consejo de Gobierno, una suerte de Primer Ministro.

Quise conocer la casa donde viviò y su monumento. Misiòn cumplida.

1 comentario:

  1. Estebitan...como siempre tus claras reflexiones, que en este caso noto que no indican a Pinochet como el inicio del desarrollo chileno, cosa muy cierta. Aparentemente acá estamos obligados a aguantarnos a esos "algunitos" por un rato más...hasta que todo se termine de fregar. Un abrazo.

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