No me quise perder ningún detalle del trayecto Machala - Tumbes.
El bus no se llenó. Habíamos unos cuantos mochileros y gente que, por sus paquetes y rostros, estaba claro que iban para Huaquillas por razones de negocios.
El camino es tapizado por el verde de las plantaciones bananeras.
Kilómetros y kilómetros con un monótono paisaje: el de la robusta planta que da fama al Ecuador en el mundo.
Cuando por la señalización que hay en la ruta me di cuenta que llegamos a Huaquillas, nos hicieron bajar del bus a quienes íbamos a pasar el Perú y debíamos realizar el trámite migratorio.
El bus nos dejó en el control, mientras dejaba a los pasajeros que solo iban de pasada y no debían sellar su pasaporte.
Tres ventanillas nos atendían. La fila fue larga, casi 45'.
Apenas terminé, llegó el bus y metimos viaje directo a Tumbes.
¿La verdad? Creí que el puente internacional era más grande, más impactante. Nada que ver: una calle que se corta en dos: del un lado Ecuador, del otro lado Perú y abajo un canal pestilente. En el contorno, casas que no se saben a qué país pertenecen.
Mientras, el calor se hacía más recio.
Migración en Tumbes. La última frontera.
viernes, 13 de marzo de 2009
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ya no llamas :(
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